#EntreNetas | Corrupción a tope

No mentir, no robar, no traicionar al pueblo; así, López Obrador conquistó el ánimo social y llegó a la presidencia de la República. Su bandera ondeaba en torno a la lucha contra la corrupción y el destierro de los privilegios para la clase política, la mafia del poder. AMLO no vaciló en asegurar que el método más eficaz para acabar con la corrupción y su impunidad, era “barrerla de arriba para abajo, como a las escaleras” y predicar con el ejemplo. Cinco años después el fracaso es rotundo y la realidad es trágica para el país.

Sobran hechos. El más reciente desfalco investigado por la propia Fiscalía General de la República en el abasto de leche por más de mil 700 millones de pesos en Segalmex, las exhibiciones públicas de los hermanos del presidente en videos recibiendo dinero en efectivo, la casa gris, los escándalos por el mantenimiento de privilegios para el uso personal y discrecional de aeronaves del Ejército de familiares y funcionarios afines a la 4T. Reiteración de actos de corrupción y no la erradicación que prometieron. La negación como protocolo ante la evidencia.

Recientemente la Americas Society/Council of the Americas (AS/COA) y la consultora Control Risks publicaron el índice de Capacidad para Combatir la Corrupción confirmando lo esperado: la corrupción en México aumenta y no disminuye. Nuestro país está rezagado en los últimos lugares del continente junto con Guatemala, Bolivia y la dictadura venezolana. Pero más preocupante es que

solo Guatemala y México han descendido en sus puntuaciones consistentemente desde hace 4 años, justo coincidente con el inicio del gobierno de la cuarta transformación.

Estudios avalados por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la institución académica CIDE dimensionan las implicaciones que tiene la corrupción en su impacto económico que representa más de 6,400 millones de pesos para la población y 1,612 millones para las empresas, resultando que el costo promedio de un acto corrupción ronda los 2,800 pesos por persona. Una desfachatez, un descaro.

El discurso presidencial ha fallado. Otro fracaso más del presente gobierno. Una mentira más. Otra política pública malograda. Un grave retroceso que condena a México. Hoy la corrupción continua a tope. Más y no menos.

Fuera de lugar

Así como en el deporte, en las contiendas electorales existen reglas y en consecuencia, faltas que deben ser sancionadas. Si un precandidato inicia su promoción personal meses antes que el resto de aspirantes, ¿obtiene alguna ventaja?

Algunas definiciones que aporta la Real Academia Española para la palabra falta son: Quebrantamiento de una obligación. Infracción de las reglas de un juego o deporte, sancionada por su reglamento. Infracción voluntaria o culposa de una norma, que puede ser castigada bien penal o administrativamente, bien por el empresario en las relaciones laborales. No cumplir con lo que debe.

Es decir, una falta es una acción fuera de la norma, de la ley. Para una mejor comprensión podemos ejemplificar con las faltas deportivas que quebrantan el desarrollo de la competencia leal y justa. Tenemos como muestra todas aquellas faltas básicas que castigan la desigualdad en el desarrollo de una competencia; mismos tiempos fuera, mismos minutos de descanso, mismos cambios de jugadores, mismas oportunidades de ejecución, mismos tiempos de salida. En una carrera de velocidad en atletismo o en una competencia de relevos en la natación ¿Sería válido que un jugador saliera antes que el resto? ¿El banderazo de salida puede ser parcial? Obviamente no porque significaría dar una ventaja competitiva que afecta gravemente la igualdad de condiciones. ¿Qué pasaría en un partido de fútbol soccer si la regla del fuera de lugar solo aplicara para un equipo? No habría una competencia justa y las probabilidades de que un equipo gane se multiplican.

Así como en el deporte sería inverosímil que un jugador pudiera arrancar primero su carrera de distancia o meter un gol antes de pitado el inicio del partido, en las contiendas electorales existen reglas y en consecuencias faltas que deben ser sancionadas. Si un precandidato inicia su promoción personal meses antes que el resto de aspirantes, ¿obtiene alguna ventaja? Por supuesto. La ley establece claramente cuándo inician los procesos electorales y sus debidas etapas. El derecho tiene como fin la justicia y la justicia descansa sobre parámetros de equidad e imparcialidad. La simulación orquestada por el presidente López Obrador para adelantar la definición del candidato presidencial de MORENA, altera el juego y sus reglas. Trastoca la competencia leal al igual que en cualquier deporte. Las corcholatas arrancaron antes del disparo de salida y eso representa una ventaja audaz pero ilegal, sonora pero injusta.

El “árbitro” electoral debe imponer respeto para que el juego no se descontrole y haya cancha pareja. Esta en él marcar la salida en falso y repetir el banderazo. Hacer cumplir las reglas y convocar al fair play.

Los tiempos del presidente

Pocos dudan del talante dominante del presidente López Obrador. Muchos advertimos en él un serio peligro de regresión autoritaria y autocrática. Casi todos percibimos su terquedad, su cerrazón y su poder dominante. También, una amplísima mayoría de mexicanas y mexicanos le concedemos su capacidad estratégica para marcar la agenda nacional e imponer su narrativa. Andrés Manuel es un líder estratégico que somete a la opinión pública a su conveniencia.

A un año de la elección presidencial, el titular del Poder Ejecutivo Federal dio por iniciado el proceso electoral contraviniendo la constitución, las leyes en la materia, los criterios de los tribunales y los acuerdos y lineamientos de las autoridades electorales. Suplantó a toda institución y norma electoral existente para decretar unilateralmente el arranque de las campañas presidenciales de forma y fondo. Despedazó el calendario comicial que, legal y cronológicamente, establece las etapas, requisitos y reglas para contender por un cargo de elección, incluso al interior de los partidos políticos. Fue irónicamente tajante en adelantar su propia sucesión.

Ha instruido campañas adelantadas en su partido para legitimar el dedazo a su relevo. Renuncias de funcionarios públicos, despliegues publicitarios, actos de campaña, desvíos y derroche de recursos ilegales son ya el escaparate de la política nacional.

Pero ¿para qué adelantar vísperas? ¿Por qué acelerar los tiempos que marca específicamente la ley? Claramente la intención del presidente es acaparar el proceso de sucesión desde el primer minuto posicionando que la competencia esta únicamente al interior MORENA, pues la elección constitucional esta “prácticamente definida” frente a una candidatura de oposición hasta ahora inexistente.

Quiere sepultar la posibilidad del dicho “caballo que alcanza gana” apostando a que la ventaja se acentúe mediante el aprovechamiento del tiempo. Parafraseando a Carlos Castillo Peraza, un gobierno, un proyecto, una candidatura “será mejor en la medida que nos salve de perder el tiempo, puesto que aquí no vale aquello de que `de lo perdido, lo que aparezca`, ya que del tiempo que se extravió no aparecerá ni una brizna.” El presidente lo sabe. Para él cada instante cuenta y su movimiento lo aprovecha; mientras tanto, la oposición pierde el principal recurso no renovable del que dispone: el tiempo. Las campañas ya empezaron. Es cuestión de tiempo.

#EntreNetas | Más violencia que nunca

Nueve de las diez ciudades más violentas del mundo están en México. Colima, Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Uruapan, Ciudad Juárez y Acapulco son las ciudades que registran la tasa más alta de homicidios por cada 100,000 habitantes. Si se extiende la búsqueda encontramos que 17 de las 50 ciudades con más asesinatos son mexicanas. Este ranking elaborado en 2022 por el Consejo para la Seguridad Pública y la Justicia Penal marca una tendencia que ha tocado ya su punto más alto: el sexenio de López Obrador ha superado el número de homicidios de los sexenios anteriores de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón Hinojosa. Quien como aguerrido opositor hizo de la seguridad pública una de sus principales banderas, recontando las muertes de la “guerra de Calderón”, hoy ha establecido su propio record y pasará a la historia como el gobierno con la mayor cantidad de muertes por arriba de las 156,000, ocasionadas por homicidios.

La promesa de pacificar al país no se cumplió. Las justificaciones sobran y la estrategia de “abrazos y no balazos” falla. La violencia es la constante mientras los pretextos sobresalen. Todos los días más de 75 mexicanos mueren violentamente. El crimen organizado manda en cientos de poblados en tanto el gobierno federal se esconde.

Ante la evidencia de los datos de su propio gobierno – Instituto Nacional de Geografía y Estadística y Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública- el presidente López Obrador ha tenido que reconocer que su sexenio es el que registra el mayor número de homicidios en toda la historia. La semana pasada ironizó ante los medios de comunicación: “Que barbaridad, el gobierno de ahora es el gobierno que tiene más homicidios”, le siguieron las justificaciones.

López Obrador, candidato, sostuvo siempre que en el corto tiempo podría resolver el problema de la violencia y la inseguridad, pero ocurrió lo contrario. Lleva más de 4 años gobernando y es evidente que no puede. Culpa al pasado rehuyendo del presente. La cuarta transformación ha consolidado su legado; son ya, incontrovertiblemente, el sexenio más violento de nuestra historia.

*Diputado Federal PAN

La candidata impuesta

Es Claudia. Incita su candidatura desde el poder. Aceita la maquinaria del gobierno para promoverse al margen de la ley. Burla la legislación con arrogancia y descaro para anunciarse espectacularmente gastando infinidad de recursos públicos en su beneficio personal, sin fiscalización y sin transparencia.

Abandona sus funciones y gobierna a medio tiempo para hacer campaña. Se le colapsa el metro. Utiliza el aparato del Estado para favorecerse y des balancear la equidad de la contienda. Falta a los principios de la función electoral. Traslada la nómina de su campaña al gasto corriente del gobierno. Provoca una profunda división en su partido.

Dispone de su cargo para recargarse en la cargada. Utiliza perversamente a los beneficiarios de los programas sociales para rellenar eventos y promover su imagen. Altera la agenda de las distintas áreas del gobierno para armar su agenda de campaña. Copia al viejo PRI en el acarreo, en el desvío de recursos y en el beneficio del dedazo; justamente todo lo que Acción Nacional reprochó y combatió desde su fundación.

¿Es válido, es legal, es ético? Estas conductas públicas y evidentes ¿enaltecen a la política o la denigran? En palabras de don Carlos Castillo Peraza “… si la política no es ordenada, si la política no está sujeta a reglas pactadas y respetadas por todos, si la política no tiene una esencia de cosmos y es sólo caos, de la política se podría esperar todo, que es lo mismo a no poder esperar nada”. Claramente la desfachatez y la insolencia han caracterizado a esta candidatura. La simulación como norma y carta de presentación. Aparentar, más que merecer. Imponer, más que convencer. Jugar chueco y no leal.

Lo que mal empieza, mal termina. Cuando impera lo ilógico y reina la soberbia el fracaso se presenta. Palpar el descaro de la política electorera es presagio del chasco que se avecina. Si para construir su candidatura echa mano de lo ilegal ¿qué credibilidad podrá tener frente a los electores? ¿Cómo merecer respeto? ¿Cómo proyectar confianza? Es Claudia la viva imagen de la política tradicional que no evoluciona y no cambia. La habitual política que se aferra a lo más despreciable de política. Es Claudia, es artificial, es una candidata impuesta.

#EntreNetas | Decretazo contra la libertad

Más de 300,000 millones de pesos, 150% más de lo previsto originalmente, costará el Tren Maya. Más de 17,000 millones de dólares del erario público – dinero de los ciudadanos- gastados a discreción. Una obra que traerá daños irreversibles a los ecosistemas de la selva maya y que ha sepultado el descubrimiento y cuidado de nuestra historia.

Trescientos mil millones equivalentes a 6 veces el presupuesto anual de la UNAM o que podrían cubrir durante 43 años el presupuesto que asignaba la Federación para apoyar a las policías locales mediante el desaparecido subsidio para el fortalecimiento del desempeño de la seguridad pública en municipios y estados (Fortaseg); esta enorme y desproporcional cantidad de dinero para un tren turístico construido por el Ejército mexicano.

Cientos de miles de millones gastados sin control, sin transparencia, a plena oscuridad. Recursos públicos ejercidos selectivamente, cobijados por el manto del presidente y la gracia de la seguridad nacional.

Para encubrir los manejos financieros de esta obra y ocultar toda información sobre su ejecución, el presidente López Obrador publicó meses atrás un decreto para declarar las obras y proyectos del Ejecutivo Federal como de interés nacional y seguridad nacional con el perverso propósito de mantenerlas en reserva. Su primer decreto fue declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación por transgredir el derecho al acceso a la información pública, sin embargo, la necedad presidencial lo llevó a emitir un nuevo decreto para declarar tercamente al Tren Maya y del corredor Transístmico y a los aeropuertos de Tulum, Chetumal y Palenque como de seguridad nacional. ¿Será el propio Ejército quien le haya exigido al Presidente este nuevo decreto para garantizar impunidad ante cualquier irregularidad futura? Recordemos que todas estas obras son construidas por el Ejército. ¿Para qué ocultar el gasto de estas obras? ¿Qué ocultan?

La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) advirtió que se han perdido 2,000 empresas privadas dedicadas a la construcción de las 9,000 afiliadas a dicha Cámara ante la exclusión del sector en las obras de infraestructura pública. Mientras, el Ejército acapara las obras más importantes, excluyendo al sector privado y a la libre competencia, lo hace con la opacidad que pudiera caracterizar a cualquier gobierno de raíces dictatoriales. “En las obras del Ejército Mexicano, por ley de seguridad nacional, no puede dar a conocer ningún dato, ninguna información de lo que se da. Eso no ayuda para conocer la inversión del dinero público de las obras”, señaló el presidente de la CMIC. La desinformación abre la puerta a la corrupción. Sin información es imposible fiscalizar, contrastar, indagar la verdad y descubrir la falsedad.

#EntreNetas | Las comisiones del OXXO

Cada día es más frecuente realizar pagos o depósitos en tiendas de conveniencia o de autoservicio. Bancos, gobiernos, prestadores de servicios, personas físicas o morales han optado cada día más por utilizar como intermediarios a “corresponsables financieros” –Oxxo, Walmart, Farmacias Guadalajara, 7 Eleven, Telecomm, Farmacias del Ahorro, Coppel…- para realizar sus operaciones monetarias.

Se calcula que existen 48,845 “corresponsables” en todo el territorio nacional, los cuales facilitan la inclusión financiera al acercar y volver mucho más accesibles los servicios financieros que se prestan a través del sistema financiero mexicano. Sin duda, esta figura establecida en la ley permite el incremento de puntos de distribución de los servicios financieros, reduce costos en general y ahorra en tiempos de traslado beneficiando la movilidad.

Hasta aquí todo bien, pero ¿Es justo que se tenga que pagar una comisión adicional por la utilización de este servicio? Claro que sí: los establecimientos destinan sus instalaciones, personal y sistemas para realizar las transacciones de manera segura y eficiente. Sin embargo, existe un dilema más ¿Quién debe pagar dicha comisión? ¿El banco, el gobierno, el beneficiario de un depósito o el usuario que paga?

Veamos. Es obligación de los bancos mantener una red de sucursales accesibles y cajeros modernos para sus clientes, en cambio, al recurrir a los corresponsables financieros, los bancos ahorran un sin fin de recursos en su beneficio particular; dejan de erogar gastos por mantenimiento a su infraestructura, frenan el crecimiento de sus puntos de atención, no contratan más personal, ahorran en nómina, no gastan en servicios complementarios. Es decir, la inversión bancaria, en este caso, es menor. Los gobiernos, siguiendo otro ejemplo, también ahorran multiplicidad de recursos al no abrir nuevas cajas o implementar nuevos métodos de pago para el cobro de derechos o impuestos; al utilizar las corresponsalías o intermediarios facilitan su recaudación pero trasladan un nuevo costo al ciudadano: la comisión.

Hoy un ciudadano que acude a realizar un pago bancario a uno de estos establecimientos paga generalmente un promedio de 10 pesos adicionales. Así como el banco le cobra una comisión a un negocio por aceptar el pago con tarjeta, el banco es quien debería pagar la comisión al corresponsal por recaudarle su dinero. ¿Por qué el ciudadano debe pagar una comisión extra por un pago de un impuesto? El gobierno debería de pagarle a las tiendas de conveniencia por ayudarle a ampliar su servicio de recaudación, pero no trasladarle este cargo al ciudadano.

En México existen 15,465 sucursales bancarias, corresponsables hay tres veces más. La tendencia es imparable y los corresponsables son un inmejorable canal para aumentar la presencia indirecta de una institución bancaria, pero su operación debe ser solventada por las instituciones, no por los usuarios. Para ello debemos empezar por reformar la Ley de Transparencia y Servicios Financieros para evitar que las Entidades financieras o corresponsalías puedan cobrar comisiones a los usuarios, sin que esto afecte a las comisiones que se pacten entre la institución bancaria y el intermediario financiero. Estos son cambios legales que neta sirven.

México: sin libertad de prensa

Sin prensa libre, hay terreno fértil para la tiranía. Sin periodistas, nacen los dictadores

La organización Reporteros sin Fronteras (RSF) publicó recientemente su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2023, constatando las enormes adversidades que enfrenta la profesión periodística en el mundo entero.

Concluye que “las condiciones para el ejercicio del periodismo son adversas en 7 de cada 10 países y satisfactorias solo en 3 de cada 10”. El informe destaca los peligros de las campañas de desinformación masiva que promueven actores políticos sistemáticamente, lastimando con ello el derecho a la información. Sin lugar a dudas, México es muestra clara de esta “industria del engaño” emprendida por el propio presidente de la República en cada “mañanera” y bajo el ataque directo contra la institución garante del acceso a la información pública, el INAI.

De entre los 180 países evaluados, México se coloca en el deshonroso lugar 128, registrando “el mayor número de periodistas desaparecidos del mundo”. Dentro del continente americano, nuestro país se localiza en la categoría de países “en situación difícil” solo por delante de Colombia y de las dictaduras nicaragüense, venezolana y cubana. Hacia allá vamos.

En contraste, los ejemplos americanos dentro de las categorías “buena situación” y “situación más bien buena” son Canadá, Costa Rica, Trinidad y Tobago, Jamaica, Argentina, República Dominicana, Estados Unidos, Belice y Uruguay, en ese orden.

Bien decía Thomas Jefferson “Donde es libre la prensa, y donde saben leer todos los hombres, todo está a salvo”. Tal parece que nuestro país se encuentra en el sentido contrario: generando pobreza, destruyendo la educación y la ciencia y en un ataque frontal contra el periodismo. Sin prensa libre, hay terreno fértil para la tiranía. Sin periodistas, nacen los dictadores.

#EntreNetas | Sin información hay corrupción

La mejor forma de tapar la corrupción es ocultando la información pública; sin datos no hay hechos, sin pruebas no hay delitos. ¿Cómo revisar un contrato del gobierno sin acceder a nombres, cantidades, condiciones, cuentas, testigos, papeles? ¿Cómo haber podido documentar los casos de corrupción de la casa blanca de Peña Nieto, la estafa maestra o recientemente el enorme desfalco de Segalmex sin acceso a la información pública?

En México, el organismo constitucional encargado de garantizar el acceso a la información pública es el Instituto Nacional de Transparencia y Protección de Datos Personales (INAI) y es el artículo 6 de la Constitución el que establece que “el derecho a la información será garantizado por el Estado”.

El INAI fue creado en el año 2003 y desde entonces ha funcionado de manera regular, autónoma e imparcial, atendiendo más de 3 millones de solicitudes de acceso a la información pública que han permitido que ciudadanos, periodistas, investigadores, instituciones y organizaciones de la sociedad civil conozcan la información pública en resguardo de políticos y servidores públicos para su análisis y conocimiento.

¿Qué ha pasado recientemente? ¿Por qué la función constitucional del INAI, para garantizar el acceso a la información pública, se ha obstaculizado? El INAI es un órgano colegiado que funciona a través de 7 comisionados. Al haber concluido el periodo de 3 de los 7 comisionados, el Senado debe proceder a elegir a los nuevos integrantes, sin embargo, deliberadamente, se han frenado los nombramientos ante el veto del presidente López Obrador y su instrucción para paralizar a esta institución.

Como lo manifestó el propio secretario de gobernación ante senadores de su partido MORENA, al presidente le conviene un impasse y está en el “mundo ideal” sin ninguna urgencia para hacer los nombramientos. ¿Por qué? Porque en tanto se encuentre inoperante el INAI nadie podrá acceder a la información de su gobierno y podrá actuar a sus anchas. Cualquier posible caso de corrupción estará resguardado con la impunidad del caso. Ante el fracaso de sus políticas públicas, asfixiar al INAI, mutilarlo. Fiel a su repetida discursiva, el presidente alega los “altos” costos del INAI para incluso sugerir su desaparición sin reflexionar sobre sus consecuencias. Dirá que representa un “elevado” costo para los mexicanos pero no expondrá que el robo de recursos públicos en Segalmex – en su gobierno- equivale a 15 años de presupuesto del INAI. Simplemente una farsa narrativa.

Legisladores, partidos políticos, sociedad organizada, debemos exigir el restablecimiento funcional del INAI de manera inmediata. Ojalá que para el 28 de septiembre que se conmemora el Día Internacional del Derecho de Acceso a la Información establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), nuestro país pueda contar con un INAI completo, operante y garante. Sin transparencia e información, prevalece la corrupción.

En el PAN, la unidad por principio

Un principio es aquello que es primero y es principal; lo más importante y lo inicial. Un valor que obliga y define.

Estamos a pocos meses de que inicie el proceso electoral 2024 y el Partido Acción Nacional se alista para competir y presentarse nuevamente como una opción real de programa y de gobierno. Sin duda, la definición sobre quienes habrán de personificar las candidaturas es estratégica. Es sustancial postular una buena plataforma electoral y muy importante valorar la ocasión para celebrar alianzas o coaliciones electorales, incluir candidaturas ciudadanas y aplicar las reglas para garantizar la paridad de género, pero ante todo, lo primero y principal, es cuidar de la unidad partidista. Unidad que es condición mínima e indispensable para ser competitivos. Antecedente inequívoco de derrotas ciertas o victorias posibles. Motivo singular por el cual el panismo queretano pasó a la historia como el primer estado panista en recuperar una gubernatura que había perdido. No hay duda, un partido fracturado no es opción ciudadana y augura un fiasco; por algo se dice que no hay mayor opositor de un panista que otro panista. Procurar y alentar la unidad es irremplazable.

La unidad no se decreta, ni se concede. La unidad es un proceso que se construye con diálogo, apertura, generosidad, razón, negociación y acuerdo. En un partido político se hace política y la política implica necesariamente ceder y tratar, por ello la unidad debe ser inclusión y no segregación. Suma de sumas y no suma de restas.

Nada que divida al PAN tiene lógica ni coherencia. Quienes pretenden sembrar discordia y plantear falsos debates para enfrentar a panistas contra panistas o a panistas contra ciudadanos se equivocan. Ignoran que el panismo queretano es maduro. Pasan por alto que histórica y auténticamente Acción Nacional ha postulado destacados ciudadanos en su justa dimensión – y proporción- al tiempo de “apostar”, en palabras de don Carlos Castillo Peraza, “por nosotros mismos”.

Acción Nacional se encuentra a tiempo de repetir la fórmula ganadora, la fórmula queretana que parte de la unidad para repetir éxitos y evitar fracasos. Debemos respetar al PAN y con ello a su democracia, procesos y militancia. Ni encerrarnos, ni vulnerarnos. Ni cerrazón, pero tampoco asalto. No deben animarse dudas, quien milita en el PAN, jamás abandona su condición de ciudadano, por el contrario, participar formalmente en política enaltece su propia condición ciudadana.

Un partido claro en sus posturas, innovador en sus propuestas, receptivo y unido en su circunstancia es la mejor oferta política en un país devastado por la segregación, la división y el oportunismo. Unidad como principio.