Talando, sembrando y transando

Esta semana fue publicada la investigación periodística titulada “Sembrando Vida y La Fábrica de Chocolates” en la que se siembran muchas dudas sobre uno de […]

Esta semana fue publicada la investigación periodística titulada “Sembrando Vida y La Fábrica de Chocolates” en la que se siembran muchas dudas sobre uno de los programas estelares del gobierno federal; sí, ese programa que el presidente presumió airadamente a la comunidad internacional ante la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York. Y… ¿qué concluye el ejercicio periodístico recién publicado? en resumen: el gobierno federal le da dinero a los campesinos para que talen sus árboles y parcelas a cambio de sembrar cacaoteros, con la condición de que la futura producción del cacao se la vendan al socio del hijo de Andrés Manuel López Obrador, cuya empresa (del hijo) es fiscalmente irregular. Por cierto, la información oficial faltante en la exploración periodística está, curiosamente, reservada por el gobierno.

Sembrando Vidas ha sido usado como una discursiva disuasiva del presidente para amortiguar las críticas y señalamientos por la falta de una clara, concisa y efectiva agenda ambiental por parte de su gobierno y con el propósito de ennoblecer causas sociales relacionadas con la pobreza, el campo y el medio ambiente. Sin embargo, este programa está lleno de inevitables cuestionamientos.

Primeramente, es un programa presupuestal que despilfarra recursos públicos. Se gastarán tan solo el próximo año 30 mil millones de pesos que bien podrían utilizarse para garantizar recursos para la atención del cáncer, para reintegrar un fondo para la atención de desastres naturales y para reactivar el seguro popular. De ese tamaño es el presupuesto destinado a este programa que no cuenta con una metodología o gestión de indicadores que demuestren su eficiencia.

En segundo lugar Sembrando Vida merece una crítica severa porque en lugar de sembrar vida, tala selvas. No es un programa de reforestación como lo anuncia el presidente, es un programa de deforestación como en los hechos sucede. La organización World Resource Institute (WRI) encontró una correlación escandalosa: en donde se ha implementado el programa Sembrando Vida se han perdido más de 72,000 hectáreas de cobertura forestal.

Tercero, es un programa clientelar que aplica principalmente en los estados que gobierna MORENA para dar $5,000 pesos mensuales a pequeños agricultores a cambio de sembrar árboles.

Y cuarto, es un programa potencialmente corrupto pues se ha sembrado poderosamente la duda de que este programa beneficia directamente al hijo del presidente de la República. La investigación periodística aquí citada expone las redes, relaciones y posibles transas de Andrés Manuel López Beltrán relacionadas con el ahora mal llamado programa de deforestación nacional Talando Vidas. La corrupción señalada por la Casa Blanca y la Estafa Maestra se quedaron chiquitas.

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