Paseo 5F, el último estirón

Mientras culmina el año 2023 y arranca el año 2024, la obra Paseo 5 de Febrero (5F) terminará su construcción e iniciará gradualmente operaciones. Han transcurrido meses de planeación, ejecución y supervisión; se han sufrido meses de molestias, incomodidades, retrasos y dudas. Se acerca ya, con el año nuevo, el final de esta magna obra.

Las expectativas persisten, las ansias afloran, la paciencia resiste. La apertura de los carriles centrales aligera el camino. Se percibe ya la nueva funcionalidad de una de las principales avenidas de la zona metropolitana que conecta el sur con el norte y el norte con el sur. Poco a poco, sin prisas y sin pausas, Paseo 5 de Febrero se transforma. El Gobierno del Estado se planteó el objetivo de asentar un nuevo modelo que ordenara la ciudad y está en ruta de lograrlo.

Paseo 5 de Febrero es un icono económico, político y social. Económico pues surge como un referente nacional de una obra majestuosa – útil y pertinente- pagada eminentemente con recursos estatales y realizada con transparencia y rendición de cuentas. Un contraste total con las obras caprichosas del Gobierno Federal. Político porque evidenció la gran visión y determinación del gobernador por hacer lo correcto por encima de los costos políticos. Se hizo lo debido, no lo electoralmente conveniente. Social puesto que se trata de una obra diseñada para transformar – prioritariamente- la movilidad del peatón, del ciclista y del transporte público, colocándolos primero y por encima del automóvil.

Paseo 5 de Febrero un hito actitudinal que define el pasado, presente y futuro de Querétaro: orden, decisión e innovación con la participación de todos. Ya se ve la luz al final del túnel, falta el último estirón.

Vientos de arrogancia

Ni en la tragedia prevaleció la razón. El paso destructor del huracán OTIS no logró que el presidente dejara por un momento su rol de agitador electorero y se pusiera en su papel de jefe de estado ante la tragedia. Ni ante la devastación y desolación causadas por un huracán catastrófico, el presidente atinó en llamar a la unidad nacional y convocar al diálogo para etiquetar recursos suficientes para la reconstrucción de Acapulco y los municipios afectados.

Lo que caracterizó el actuar del gobierno federal fueron los vientos de arrogancia.

Arrogancia que es sinónimo de desdén, desprecio, soberbia y altanería. Ante la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), López Obrador prefirió instruir la asignación de más recursos para la Secretaría de Gobernación que para atender la emergencia en Acapulco. Por increíble que parezca, con el incremento en el presupuesto a la SEGOB se podrían haber adquirido casi 5 millones de despensas para entregar Guerrero. Con un parte de los recursos de las obras faraónicas del presidente se podría reconstruir el puerto de Acapulco.

Ante acontecimientos inesperados debe prevalecer la sensibilidad y la prudencia para redireccionar recursos y esfuerzos para lo importante, prioritario y esencial. No es posible que ante una catástrofe no se haya hecho una sola asignación presupuestal fija, directa y no condicionada de recursos para Acapulco.

Los mexicanos somos solidarios y jalamos parejo en los momentos difíciles. Merecemos un gobierno que se ponga del lado de la gente, sin vientos de arrogancia, ni tintes electorales.

De Poder a Poder

Ante la propuesta de extinguir 13 de los 14 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación debemos preguntarnos ¿Para qué fueron creados y cuál es el fin de estas figuras contractuales? ¿Cuáles son las consecuencias de su desaparición? ¿Qué pretende lograr el presidente y MORENA con estas medidas?

Primeramente, recordemos que nuestra Constitución establece que el Supremo Poder de la Federación se divide en tres: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, cada uno con su esencia, independencia y autonomía; y que bajo ninguna circunstancia podrán reunirse dos o más poderes en una sola persona. Un Estado democrático mantiene, procura y promueve un sistema de contrapesos con instituciones sólidas y autónomas que observen la correcta aplicación de la ley y que aceptan la separación de funciones de poder a poder.

El Poder Judicial tiene la facultad expresa de crear fideicomisos, al igual que el Poder Ejecutivo y Legislativo. Pretender la exclusiva extinción, orquestada por otro Poder, atenta cínicamente contra la autonomía del Poder Judicial. Estos fideicomisos fueron creados para garantizar derechos laborales de los miles de trabajadores del Poder Judicial, es decir, son recursos de los trabajadores integrados con aportaciones de ellos mismos. Jamás, la Auditoría Superior de la Federación, encargada de auditar los recursos públicos federales, ha detectado alguna irregularidad en el manejo de estos fideicomisos. Son recursos que se integran para solventar pensiones y prestaciones laborales médicas y de vivienda, por ejemplificar.

Extinguir estos fideicomisos es una violación patente a los derechos laborales de miles de trabajadores que deberá ser combatida con una acción de inconstitucionalidad ante el voto mayoritario de las bancadas oficialistas en la Cámara de Diputados.

Mientras el Ministro lopezobradorista, Saldivar, fue presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), estos fideicomisos no fueron objeto de crítica alguna por parte del oficialismo. Es justo ahora, que la presidenta de la SCJN ha marcado los límites entre los Poderes, que resulta obvia la estrategia del presidente para emproblemar y asfixiar presupuestalmente al Poder Judicial para someterlo y arengar electoralmente. Viene una lucha legal, de poder a poder.

Vejez digna

En los próximos días se estará discutiendo en la Cámara de Diputados – y seguramente aprobando- una reforma para ampliar los derechos de los adultos mayores que viven en el desamparo.

Entre los sectores vulnerables hay quienes sufren y padecen más; adultos mayores sin casa y sin sustento, personas de la tercera edad en situación de calle que no gozan de condiciones elementales como un techo, un piso, cuidados especializados, en síntesis, de un hogar.

En los últimos 50 años el envejecimiento de nuestro país aumentó considerablemente. Por un lado, el porcentaje de niñas y niños entre 1 y 14 años de edad se redujo de un 46% a un 25%, en tanto que la población madura entre 30 y 59 años aumentó de 22% a 38%. A decir, entre 1970 y 2020 el índice de envejecimiento pasó de 12 a 48 adultos mayores por cada 100 niñas y niños con menos de 15 años.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) afirma que para el año 2040 habrá más personas mayores que niños, en tanto el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, conocido como “Protocolo de San Salvador”, señala que toda persona tiene derecho a la protección especial durante su ancianidad y que el Estado velará por el cuidado.

Ante esta realidad se plantea una reforma a los artículos 5 y 22 de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas para incorporar a todo adulto mayor que se encuentre en situación de calle como sujeto a programas que le garanticen acceso a una casa hogar o albergue.

Se trata de la protección al derecho humano a una vejez digna que contemple entre otros factores el derecho a los cuidados y atención médica gratuita, especializada y de calidad.

Iniciativas como esta tienen un impacto real en la vida de miles de mexicanas y mexicanos, abuelas, abuelos, padres y madres que por diversas circunstancias perdieron su hogar y su lugar en la comunidad; adultos mayores a quienes les ha transcurrido la vida y se encuentran ante un desenlace inesperado y desafortunado, con riesgos, vulnerables y de quienes el Estado debe encargarse y colaborar. Cambios que sirvan: devolver la esperanza y facilitar un techo bajo el cual puedan terminar de envejecer con dignidad.

Dos mujeres un México

México tendrá su primera presidenta en 2024. Después de 200 años ocupará la Presidencia de la República una mujer y con ella vendrá un cambio de paradigmas y se definirá un proyecto de nación. En los siguientes meses podremos contrastar dos visiones diametralmente opuestas en origen, forma y fondo. Autocracia o democracia. Continuidad o cambio. Sometimiento o libertades. Hablar, solamente hablar, o escuchar y actuar.

Inicia el camino hacia las elecciones presidenciales del próximo año y la ruta será accidentada. La intromisión del presidente López Obrador para aventajar a su corcholata Sheinbaum y descarrilar a Xóchitl será constante y sonante. El presidente sabe que, paradójicamente, solo con división su “proyecto de nación” coexiste. Persistirá en recurrir al engaño para pavimentarle la vía a Sheinbaum. Pero por la boca muere el pez. Ya bajo el desarrollo de un proceso electoral todo dicho contiene su gran dosis de notorio sesgo. Mientras la cargada del oficialismo cargará con Sheinbaum, las voluntades ciudadanas arroparán a Xóchitl. En tanto el Estado utilizará recursos públicos, listas de beneficiarios y a los fiscales carnales con propósitos ilegales, la señora X tendrá la oportunidad de sorprender con nuevas estrategias de gobierno y propuestas irreverentes que cambien el rumbo del país. Dos mujeres, dos perfiles, dos historias. Dos visiones, dos proyectos, un país.

La competencia por la silla presidencial comienza, restan casi 9 meses para iniciar una nueva etapa de gobierno que renueve la esperanza. Es el momento de México. El nearshoring, nuestro enorme potencial en materia de energía solar, la constitucionalidad y con ello la permanencia de los programas sociales para nuestros adultos mayores, una revolución en el sistema de salud y en el transporte público de las zonas metropolitanas, la apuesta por la educación y la ciencia, son algunos de los temas que deberán debatirse con recurrencia y a toda profundidad. Universidades, organizaciones ciudadanas, medios de comunicación, académicos y especialistas, sectores productivos… deben convocar al debate continuo y serio. ¿Qué mejor que la llegada de dos mujeres a la contienda presidencial para transformar el modo de hacer campaña? El conservador modelo de las campañas electorales tiene su posibilidad de cambio ahora, con dos mujeres al frente. Llegó el momento de la participación y el diálogo. Sí con marcadas diferencias, pero también con transparencia y respeto. México, dos mujeres, un camino.

Presidente popular

¿Por qué a pesar de los malos resultados en su gestión de gobierno, López Obrador mantiene una alta popularidad? ¿Por qué si no ha cumplido con muchísimas de sus promesas de campaña sigue siendo un presidente popular? ¿Qué implica ser popular?

Es un error pretender medir el desempeño de un gobernante por medio de su popularidad. Ni es comparable, ni es relativo. La Real Academia Española define la palabra popular como: 1. Perteneciente o relativo al pueblo. 2. Que es peculiar del pueblo o procede de él. 3. Perteneciente o relativo a la parte menos favorecida del pueblo. 4. Que está al alcance de la gente con menos recursos económicos o con menos desarrollo cultural. 5. Que es estimado o, al menos, conocido por el público en general.

Como se desprende de estas descripciones, ser popular no es un adjetivo calificativo para suponer la presencia de un buen gobernante. Ser popular no tiene implicación alguna en el desarrollo de la función pública. Un gobernante popular no es garantía de buenos resultados. Ser popular, como lo indican las definiciones del Diccionario de la Lengua Española, es elementalmente una condición de relación con el pueblo; y sí, efectivamente, López Obrador es un presidente insistentemente vinculado al pueblo y consistentemente un presidente con precarios resultados. “Bajaré el precio de la gasolina, los militares regresarán a sus cuarteles, tendremos uno de los mejores sistemas de salud del mundo, acabaré con la corrupción…” nada de esto lo ha logrado. Falló a sus promesas de cambio y por sus resultados debe ser juzgado. Pero por ser popular se le exculpan sus fracasos y se le reduce a una figura reconocida pero inoperante. Grave para el futuro de México.

El dilema de la próxima elección estará inmerso en la categorización de la popularidad. Elegir a una mujer popular, porque es cercana al popular del presidente, o elegir a una mujer libre, independiente y genuinamente popular. Popular de raíz o popular por decreto presidencial. Estaremos en la disyuntiva de votar entre una opción popular y efectiva, y otra popular y deficiente. Una mujer popular x historia, capaz y con resultados; o una mujer popular a conveniencia y con malos resultados.

Mientras no elijamos a una presidenta popular y competente, seguiremos sumisos en la paradoja de tener un gobierno desastroso pero con un titular popular.

Xóchitl

¿Quién debe encabezar la candidatura opositora para la Presidencia de la República? Quien represente de forma y fondo una candidatura única y distinguible; pura en su esencia y reacia en sus convicciones. Quien resuene por su propia historia y se enorgullezca de su pasado. Quien conecte por su nombre y simpatice por sus palabras. Quien rompa el guión y se adapte a la circunstancia. Quien desquicie al desquiciado del Palacio y se apodere de su narrativa. Quien personifique a la esperanza ante un gobierno inepto, perverso y corrupto.

Para que México cambie en serio, de deveras, se necesita un proyecto que represente a la sociedad y a los ciudadanos en su amplio conjunto, que sume y no que reste, que apoye genuinamente las causas sociales que llevaron a MORENA al gobierno, incluyendo y no dividiendo.

¿Se puede rescatar la presidencia? Sí. Existe una fórmula casi perfecta para ganar: colocar al candidato correcto, en el contexto correcto, con la propuesta y comunicación correctas. Postular al personaje que mejor corresponda con el ánimo social y que transmita originalidad, sencillez y carisma. Con las habilidades para comunicar, entusiasmando, y sortear, aprovechando, las coyunturas que se suelen presentar durante todo un proceso electoral.

Es Xóchitl Gálvez Ruiz. La que no milita en un partido político, pero es arropada por todo un frente de partidos. La que ha logrado desarticular al oficialismo, pero también desafiar a la partidocracia. La que acumula más resultados en favor de los más pobres que todas las intenciones de la transformación de cuarta.

El destino de México encuentra renovada esperanza en una candidatura de gran disrupción: Xóchitl, una mujer de raíces indígenas, aspiracionista, ingeniera y empresaria exitosa, senadora y ex jefa delegacional, creadora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, capaz y dispuesta a reivindicar la política mexicana

Con los libros no

La Real Academia Española define la palabra erratas como equivocación material cometida en lo impreso o manuscrito; y establece que la fe de erratas es la lista de las erratas observadas en un libro, inserta en él al final o al comienzo, con la enmienda que cada una debe hacerse.

La publicación de los nuevos libros de texto del sistema nacional de educación pública evidenció un fracaso más del presente gobierno federal. Imprecisiones, errores graves e ideologización son la novedad en los libros de texto gratuitos. Otros datos y la constante por tergiversar la historia para enaltecer las ideas sin fundamentos de un presidente locuaz han manchado los libros.

La educación pública es un asunto de Estado que debe ser abordado con la máxima diligencia y el mayor decoro. Con la eminente concurrencia de académicos, especialistas, docentes, investigadores e instituciones reconocidas y doctas en la enseñanza, el proceso para la integración de los libros de texto debió constituirse como un proceso de unidad nacional. Los contenidos educativos no deben ser parciales e inexactos, menos pueden ser erróneos o falsos.

A un año de que concluya el sexenio del obradorismo la educación pública esta bajo el acecho de un gobierno cuya intención es la generación de más pobres para aumentar su base de clientelismo electoral. Parafraseando a don Efraín González Morfín, atentan contra la educación quienes por falta de valor o por sobra de ambición, se subordinan a los intereses parciales de los monopolios políticos, económicos o facciosos. Así ocurre en México.

A las manifiestas fallas advertidas en los libros de texto le corresponderán sus respectivas fe de erratas, con el propósito de corregir, pero también con la utilidad pública de dejar constancia imborrable del fracaso de un gobierno que le falló al pueblo.

Como invoca el lema de la Universidad Autónoma de Querétaro, es insustituible educar en la verdad y en el honor.

#EntreNetas | El tren, las vías y el Metro Riel

El reciente anuncio del presidente López Obrador sobre la añeja probabilidad de la construcción del tren de pasajeros México–Querétaro debe abrir un nuevo debate en nuestra zona metropolitana. Más allá de los evidentes beneficios que traería la construcción de esta obra de conectividad nacional, ¿qué otra obra federal podríamos desear los queretanos?

Ahora que nuevamente el presidente anuncia el estudio para la viabilidad del proyecto por medio de la empresa ferroviaria Kansas City, los queretanos debemos provocar una nueva discusión relacionada con los trenes: la recuperación y nuevo uso de los terrenos por los que pasan las vías del tren que cruzan la zona urbana metropolitana de oriente a poniente.

Nuestra capital esta dividida en dos por el paso de las vías férreas. Son 13 km aproximadamente desde el corazón de La Cañada, El Marqués, hasta Santa María Magdalena, Querétaro, cruzando vialidades estratégicas y primarias como Bernardo Quintana, Corregidora, Felipe Ángeles, Ejido, Paseo 5 de Febrero, Espuela del Ferrocarril, y si nos extendiéramos 4 kilómetros más se conectaría directamente con el Libramiento Sur Poniente en Corregidora. ¿Qué mejor trazo para un nuevo proyecto de movilidad para el futuro de la ciudad? ¿Te imaginas que por donde se encuentran esas vías del ferrocarril, pasara un tren ligero como el de Cuenca, Ecuador, circulara un carril exclusivo para camiones articulados de Qrobus o hubiera un gran paseo peatonal con una autopista urbana para bicicletas? Es posible. El tren ligero o Tranvía de Cuenca tiene una distancia muy similar al que se podría proyectar aquí en Querétaro. Su longitud de recorrido es de casi 12 kilómetros y se encuentra en Cuenca, una ciudad con una población en su zona metropolitana de la mitad de la de Querétaro (709,966 vs 1,597,941) y con un presupuesto inferior al de nuestra capital. ¿Qué mejor trazo y espacio para la primera línea de un MetroRiel en Querétaro? ¿Qué mejor obra vial y de movilidad sin afectaciones para los ciudadanos?

El terreno lineal por donde pasan las vías del tren que parten el centro de toda la mancha urbana, es el mejor espacio para proyectar el futuro de la movilidad de Querétaro. Es un eje alimentador de norte a sur y una conexión directa de este a oeste. Allí guarda el Querétaro del futuro.

Evidentemente para un proyecto de esta magnitud es fundamental la concordancia entre los distintos niveles de gobierno, pero todo es posible; como muestra, en Celaya, Guanajuato, se trabaja ya en el Ferreférico que consiste en desviar 19 kilómetros de vías del tren del centro de la ciudad. Este proyecto se logró con el apoyo de la empresa Kansas City y tiene un costo de 4 mil millones de pesos. ¿Si en Celaya se pudo, por qué en Querétaro no?

Sexenios han pasado anunciando el tren México-Querétaro sin haberse colocado un solo durmiente. Más nos convendría confiar en nosotros mismos y liderar el mejor proyecto de movilidad urbana de nuestra historia.

¿Tren México-Querétaro o tren ligero en Querétaro?

Nos convendría abrir la conversación para analizar la viabilidad de una primera línea de nuestro propio tren ligero, tranvía o metro riel.

Nuevamente se escucha hablar del tren México-Querétaro, proyecto que sin duda sería de gran beneficio para nuestro Estado pues impulsaría el desarrollo económico de la entidad y liberaría la autopista más transitada del país. Pero antes de pretender conectarnos con la gran Zona Metropolitana del Valle de México -ocasionando la llegada de más personas a nuestra ciudad- ¿no deberíamos ordenar primero nuestro crecimiento? Antes de facilitar el aumento poblacional, ¿no deberíamos planear el futuro de Querétaro? Qué va primero, el ¿tren México-Querétaro o un tren ligero en Querétaro?

La llegada de miles de familias a nuestro Estado exige prestar más y mejores servicios públicos. Nuestras vialidades y nuestro sistema de transporte deben evolucionar ante el crecimiento exponencial de la mancha urbana. Y ante la reciclada discusión del proyecto del tren México-Querétaro más nos convendría abrir la conversación para analizar la viabilidad de una primera línea de nuestro propio tren ligero, tranvía o metro riel. Sí, proyectar un gran eje para el transporte público eficiente y limpio. Un tranvía como el de Cuenca, Ecuador, o como el Ie-tram en Mérida. ¿Es posible? ¿En dónde?

Nuestra capital esta dividida en dos por el paso de las vías férreas. Son 13 km aproximadamente desde el corazón de La Cañada, El Marqués, hasta Santa María Magdalena, Querétaro, cruzando vialidades estratégicas y primarias como Bernardo Quintana, Corregidora, Felipe Ángeles, Ejido, Paseo 5 de Febrero, Espuela del Ferrocarril, y si nos extendiéramos 4 kilometros más se conectaría directamente con el Libramiento Sur Poniente en Corregidora. ¿Qué mejor trazo para un nuevo proyecto de movilidad para el futuro de la ciudad? ¿Te imaginas que por donde se encuentran esas vías del ferrocarril, pasara un tren ligero, circulara un carril exclusivo para camiones articulados de Qrobus o hubiera un gran paseo peatonal con una autopista urbana para bicicletas? Es posible. Veamos, el Tranvía de Cuenca tiene una distancia muy similar al que se podría proyectar aquí en Querétaro. Su longitud de recorrido es de casi 12 kilómetros y se encuentra en Cuenca, una ciudad con una población en su zona metropolitana de la mitad de la de Querétaro y cuenta con un presupuesto inferior al de nuestra capital. ¿Qué mejor trazo y espacio para una primera línea de un MetroRiel en Querétaro? Pero lo mejor, sería una obra prácticamente sin afectaciones para los ciudadanos pues se realizaría sobre el paso de las vías.

El terreno lineal por donde pasan las vías del tren es el mejor espacio para proyectar el futuro de la movilidad de Querétaro. Es un eje alimentador de norte a sur y una conexión directa de este a oeste.

Evidentemente se requiere de la convergencia y voluntad de los diferentes niveles de gobierno y de la empresa ferroviaria Kansas City, pero existen casos como el del Ferreférico en Celaya – consistente en desviar 19 kilómetros de las vías del tren del centro de la ciudad- que ha demostrado que cuando se quiere, se puede.

Sexenios han pasado anunciando el tren México-Querétaro sin haberse colocado un solo durmiente. Más nos convendría confiar en nosotros mismos y liderar el mejor proyecto de movilidad urbana de nuestra historia.