¿Qué esperar del nuevo año? ¿Tendremos en México mayor y mejor desarrollo económico, político y social? ¿Habrá más seguridad, paz y tranquilidad o la delincuencia seguirá presente y mandando como en tantas partes del territorio nacional? Las respuestas a estas preguntas deben partir de un análisis objetivamente serio que nos lleve a comprender, primeramente, cómo estamos hoy; seguido del estudio de las políticas públicas adoptadas por el gobierno federal y los recursos técnicos y económicos en los que se apoyan. Solo así, comprendiendo errores y aciertos, fallas y avances, retrocesos y logros de la primera mitad del sexenio, podemos visualizar si estamos en ruta de mejorar, crecer y progresar en este año que inicia.
Veamos. Nuestro país registra 109 mil homicidios dolosos desde que inició el gobierno de López Obrador según datos del propio Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, es decir, más del doble de los homicidios cometidos en los dos sexenios anteriores. El feminicidio ha crecido casi un 8% en el último año y la violación sexual aumentó 30%. La principal estrategia de seguridad prometida hace tres años fue regresar a los militares a los cuarteles, hoy, día con día, se militariza más al país. En materia de desarrollo social basta con observar que desde que comenzó la presente administración federal hay por lo menos 4 millones más de mexicanos que pasaron a la pobreza. El crecimiento económico ofrecido en campaña fue del 4% anual, es decir “el doble de lo que creció en el periodo neoliberal” según lo dijo el hoy presidente, quien prometió también, un costo para el litro de gasolina de $10 pesos. Lamentablemente hoy el crecimiento del país sigue siendo del 2% y el litro de gasolina ronda los $23 pesos. En materia política todo es división, persecución y encono. Estos son ejemplos del escenario nacional actual. Decía Albert Einstein que “locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”. Entrando a la segunda mitad del sexenio lopezobradorista no se vislumbra ningún cambio, ajuste o corrección. Tal pereciera que las promesas de campaña estuvieran ya cumplidas o en ruta de consolidación. No es así. ¿Qué esperar del año 2022? Nada nuevo, nada diferente, ninguna intención de cambiar. Todos queremos que el nuevo año nos traiga alegrías, mejorías, salud, seguridad, oportunidades y éxitos, pero bien dice el dicho “que no haya ilusos para que no haya desilusionados”, en el horizonte del 2022 no se ven tiempos mejores.